Comentando un texto de Llucía Pou Sabaté en http://alhambra1492.blogspot.com/2010/12/caminos-de-desierto.html#comment-form
Palabras clave: Adviento, Austeridad, Camino interior, Desierto, Sinceridad, Sobriedad, Telepatía, Transparencia
Adviento significa esperanza; la austeridad es algo que estaba olvidado y tiene que venir la crisis para ahogar a algunos y que ni se inmuten otros, de todas formas la austeridad, su concepto, está para que hagamos uso de él en tiempos de abundancia...; el camino interior es el más largo de los caminos, porque el individuo se niega y reniega de sí, huye de lo que no acepta y se engaña para seguir por el mismo camino que iba, no caminando, sino tropezando.
Hay personas que están en la vida como piedras en el camino, o sea, para tropezar con ellas, pero todo enseña, lástima que estos peñascos se obstinen en seguir siendo eso, peñascos. Sin embargo hay otras personas que con su sola existencia aportan seguridad, son como grandes rocas, bien fijadas al suelo, forman parte de él, magestuosas aportan seguridad, sombra al caminante y si escuchas descubriras un murmullo como de agua, de la gran roca incluso nace un manantial, la vida, que comunican a los demás. Ha que ser como rocas, no como peñascos en un sendero; hay que aportar vida a la vida, hay que transmitir energía positiva para que el caminante se siente, descanse, beba; y no para que tropiece y caiga de bruces. Qué mala idea, verdad¡¡, pues justo así son algunas personas. Ahora que deberán saber que su compartamiento es identico al que escupe hacia arriba, seguó el escupitajo le caerá en plena cara. ¡¡Que le aproveche ¡¡.
Como ves Lluciá los comentarios van al hilo de las palabras claves que has asignado a tu texto, maravilloso por cierto; y sigue desierto, o sea prolegómeno al oasis, o al menos así quiero pensar; reflexión, soledad, introspección que nos lleva a la comunicación con lo que verdaderamente somos, un cachito de la esencia del creador, nos lleva a un diálogo con él, aunque algunos ni se enteren.
En todo diálogo con sigo mismo, con los demás, con el mundo, debe haber sinceridad, porque de no ser así, el individuo no vive sino que vegeta, por más escalones que suba y más suerte que parezca tener y mejor que le puedan aparentar ir las cosas. Vegeta. No vive. Se engaña. Se niega a sí mismo.
La sobriedad es necesaria porque no se deben hacer alardes innecesarios. Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. Pero hay personas que en su sobriedd brillan como nadie y eso les ocasiona problemas, la gente es envidiosa, y existe un deporte muy de moda, el acoso, a todos los niveles, no solo laboral; está el colega que sabe que la persona que tiene enfrente es mejor que él y la sacrifica literalmente, la convierte en su víctima. Si te defiendes malo y si no te defiendes peor. Al juego del acosador juegan todos los que no se plantan y dejan de oir sus patrañas y dejan de hacerle su jego. Cuando pasa esto ellos son tan acosadores como el propio acosador. El que no denuncia un delito colabora con él, pues eso es lo que hacen estos, colaborar con el acosador, hundir a una persona que de hecho es muy valiosa y que incluso a ellos podría servirles de mucho si tuvieran dos ...
La intención se capta, es una especie de telepatía, realmente se llama interconexión electrónica, porque somos mucho más de lo que vemos y son las almas las que se comunican.
Los sentimientos son mutuos, suelen ser recíprocos, porque lo que ve el alma no lo ve con los ojos físicos que sí pudieran ser engañados, el alma ve con sabiduría, vibra al compas, al son de..., los sentimientos son lo mismo porque participan de una misma acción bibratoria con la cualidad de amor, participan de la vida, o menor, de la VIDA.
Hay que ser como niños, inocentes, transparentes, es la manera de luchar contra el mal, conocer no tendría por qué ser perder la inocencia, pero el mundo parece estar establecido de un modo equivocado, saber siendo inocente, procesando las cosas con un alma blanca, sería la línea que todos deberíamos seguir.