Diego Martín Debate LinkeIn de Filosofia, Psicologia, y Humanismo integral
Vivir de cara a la muerte
Relato contado en primera persona por Ric Elias, pasajero del vuelo 1549 que aterrizo forzosamente en el Rio Hudson.
Vivir de Cara a la Muerte coachingyempresa.com.ar
La muerte: el enemigo de la vida. Eso dicen. Sin embargo, solo aprendemos sobre la vida cuando estamos a punto de ser expulsados de ella. Heidegger en su obra cumbre “El Ser y el Tiempo”, menciona a la muerte como la...
isabel rivas • Convivimos con la muerte cada segundo, cada instante. Es una parte de la balanza, la otra cara de la moneda. Caminamos juntos en el recorrido que significa ser parte del presente: nacer y morir, cáluga o menta. Desconocerla, olvidarla, ignorarla significa dormir, no haber despertado la conciencia interpretada a través de una realidad tangencial que compartimos, masivamente, como sociedad, que nos confunde sobre lo esencial. Una brújula que guía permanente para disfrutar sin necesidad de existir a través de otro ser. Respetarla, tenerla presente, nos permite ser realmente felices ya que nos ocupamos de lo que significamos como entes, como seres, sistemas interactivos plenos de energía que se balancean en un ecosistema que corresponde a este momento, a esta realidad. Energía que en máximo potencial permite sacar lo mejor de nosotros para entregar sin más que esperar, con tranquilidad, con generosidad enriqueciéndose aún más.
Dicen algunos se puede escoger cuándo partir de esta vida terrenal, del aquí del ahora; otros dicen pensar ello, es una locura, que todo es casualidad, probabilística también le apodan pero es un hecho que de no existir ésta, no habría sentido alguno para la vida y saber qué hacer con ella. Más aún, es ella la culpable y razón de nuestra cultura milenaria, de la existencia al fin y al cabo.
Ritos, ceremonias y otros parte de la llamada historia, medios de consuelo y veneración hacia ella, justificación absoluta frente a la pérdida concreta del ente, de aquella energía parte nuestra que partió de este lugar.
La vida está en nuestras manos como un tesoro frájil a cuidar y proteger, tesoro que ya bien muchos quisieran tener, sentir, palpar porque hoy día no están aquí. Es el recuerdo latente, permanente, lo que nos va a dejar por siempre relacionados y permitir sigamos conectados a dicha energia éntica que se fue, aquella que nos duele tanto no poder ver, tocar, abrazar, saludar. Depende de cada cual cómo dirigirla y hacia dónde encauzarla.
Por supuesto afecta el medio como un global que te determina y obliga dirigirse hacia ciertos lugares que tal vez ensucian aún más ese gran descubrimiento: estar vivo de verdad y no a medias es ahora ya, cada respiro, cada soplo de viento, cada sentimiento intangible por cierto que nace de esa percepción de la cual estamos provistos naturalmente y podemos desarrollar al máximo si nos permitimos realizarlo. El medio más hóstil te despierta, el que te hace abrir los ojos para no cerrarlos nunca más y aperciar entonces la oportunidad de estar acá y compartir con los tuyos que por herencia lo son y con quienes por red se cruzan contigo.
A veces dicen "qué pequeño es el mundo" o "el mundo es un pañuelo" y es sencillamente porque la energía de la vida nos permite estar unidos sobre dicho aspecto y aunque te desvies, finalmente llegas donde debes llegar y te enfrentas tarde o temprano a lo que eres. Es un privilegio realmente poder enfrentarse a uno mismo como ser vivo y ser feliz, estar dichoso, por simplemente estar vivo, por despertar en la mañana y sin egoísmo, sentirlo a concho, con plenitud.
Amar cada acto que realizamos en relación a un ser vivo, equilibrarse en son a dicha energía que dormida o despierta todos poseemos y que sin duda, muchos no alcanzamos a reconocer tempranamente o nos damos vueltas y vueltas, buscando sin querer poseidos por este envase social que no te deja ser quien eres de verdad, que te hace perder tu identidad convirtiéndote en un ser seriado que sufre por nada, que busca imitar lo que todos deberían ser según un desarrollo masivo social que finalmente, hará catacumbar esta realidad presente. Es verdad que es difícil escarbar para llegar sinceramente a lo que debes ser, ser en libertad y profundidad, y es la muerte quien te invita a ello, comprendiendola como parte de sin negarla, sin obviarla... sin hacerle el quite. Ella nos enseña verdaderamente el significado de la vida.
daniel marcelo ortiz • Tu diatriba es muy linda,pero yo te pregunto...¿.estuviste alguna vez ante la muerte?¿o solo es filosofía lo tuyo?,yo pase algunas circunstancias de esa índole y por eso es que me atrevo a darte esa respuesta,porque nadie que no haya estado frente a ella es autoridad para opinar
isabel rivas • Estimado Daniel Marcelo. Primero le pido disculpas si yo le he ofendi con mi comentario.Me parece cada cual tiene una historia de vida que, sin duda, le permite opinar sobre todos los temas concernientes a ésta con el respeto que corresponde por cierto y le vuelvo a reiterar mis disculpas, si le ofendí a usted o lo molesté o a alguien que participa en esta red.
Restringir o cuestionar lo que es válido desde mi amplitud mental, la opinión enrelación a un tema tan importante, insisto con todo el respeto que merece, me parece inadecuado porque por supuesto que cada ser tiene niveles de acercamiento a la muerte, unos concientes, otros nunca alcanzan dicha conciencia por ende viven en otra esfera y se comportan por lo tanto en relación a ésta, no existe saber hay término concreto, no merece juicio según mi ver, simplemente es.
Por una experiencia directa y concreta como es la de su caso por lo que entiendo, por un medio que te rodea donde no sólo existe muerte drástica de un momento a otro, llamémosle arrebato de la vida, si no que otras formas de aniquilación hacia el ser vital con las cuales seres humanos conviven a lo largo de toda su vida y con lleva por supuesto a un acercamiento y a una conciencia distinta al significado de pérdida y lo asociado: angustia, sufrimiento, inseguridad, estres, odio, sed de venganza, desesperación, extrema pena constante, usted sabe mucho mejor de ello por su contacto directo. El mío ha sido indirecto en términos de violencia, pero también he tenido directos que son los naturales, precipitados o no precipitados.
Comparar experiencias sobre ello me parece con todo el respeto que merece insisto, castrador ya que no existe una medición cuatitativa sobre la cual cada ser, como sistema blanaceado o en intentos de serlo, sienta dolor o sufra por un hecho tan determinante como éste, un hecho tan radical que sin duda cambia absolutamente y para siempre a una persona, a su familia y entorno.
He conocido y es más que conocer ya que eres parte de la angustia, de un todo de personas que han librado en circunstancias devastadoras a la muerte, he conocido personas que han sido torturadas delante de sus hijos, he conocido personas que no han vuelto a ver a su madre, a su padre, a sus hermanos, a sus abuelos, de un día a otro, de un segundo a otro, han salido a trabajar y no han vuelto más por circunstancias de la vida que no acredita juicio porque simplemente es o fue así. He compartido, codo a codo, con desaparecimientos y búsquedas incensantes, nunca más encontraron a esas personas y no pudieron enterralas hasta hoy. Tuve una gran amiga también que se lanzó dicen del Sheraton, de la terraza arriba, con otra chica que no conocí y murieron, después de una fiesta.
Tengo una gran amiga que perdió a su hija de 4 años y la acompañé siempre y conviví su dolor, yo teniendo un hijo de la misma edad sano. Conocí un chico que lo arrastró un camión, haciendo dedo en carretera a los 18 años con quien compartí; otro que chocó porque no daba más de angustia y lo forzó y así, un sin fin de situaciones que demoraría describir, que no se buscan y llegan.
El desarrollo sensible de cada cual permite muchísimo entendimiento sobre ello, grados mayores o menores. De todas formas le pido nuevamente disculpas, pero sí existen personas que también tienen acercamientos y desarrollan conciencia absoluta sobre lo que significa a partir a la vuelta de la esquina. Saludos.
María del Carmen Calderón Berrocal • Decía Bécquer y es verdad que: "No hay nada que más despierte que vivir sobre la muerte".
daniel marcelo ortiz • Mi estimada Isabel,mi pregunta no fue para nada peyorativa,ni dscalificadora,ni agresiva,sólo se trato de buscar una aclaración antes de encarar un tema tan vital para el humano como es el de la muerte y ahora el que le pide disculpas soy yo si he sido demasiado fuerte en mis expresiones,por unas razones que no es el lugar oportuno para tratar he visto a la muerte rondar cerca mio ,caso año 1955 en el bombardeo a plaza de Mayo, alli me encontraba yo con los integrantes de mi grado,dado qeu ese dia se hacia un desagravio a la bandera y presencie algo que para un chico de 12 años era incomprensible, luego fui capturado y torturado por la dictadura militar y he visto cosas horribles y como colorario de mi vida perdi a mis dos hijos en el término de un año.Creo que comprendera el tenor de mi pregunta y desde ya si la moleste mil disculpas
isabel rivas • Al contrario Daniel Marcelo, para mi es un honor compartir con usted este debate y haberle conocido virtualmente por este medio. Todos mis respectos y cariños. Saludos
María del Carmen Calderón Berrocal • Pienso que los dos tienen mucho que aportar, sensibilidad y experiencia, introspección y comprensión y aceptación del mundo. El tema puede ser conflictivo siempre, porque también el tema muerte es uno de los temas tabús a los que la gente no se atreve a encarar sino que pasa, aunque cerca, muy de puntillas.
Pienso que vivir al "borde de", despierta los sentidos, despierta el intelecto, despierta a la persona que no sabe de lo qué es capaz, hasta ese preciso instante en el que está justo en el punto de inflexión. Pero hay que saber que la muerte es solamente eso, un punto de inflexión, es como cuando un calcetín está del revés y le damos la vuelta, es pasar a otra parte, pero de allí vinimos, así que el miedo no es realmente miedo a la muerte, sino miedo a lo desconocido, miedo al dolor, miedo a lo que ya no recordamos.
Pienso que vivir al "borde de", despierta los sentidos, despierta el intelecto, despierta a la persona que no sabe de lo qué es capaz, hasta ese preciso instante en el que está justo en el punto de inflexión. Pero hay que saber que la muerte es solamente eso, un punto de inflexión, es como cuando un calcetín está del revés y le damos la vuelta, es pasar a otra parte, pero de allí vinimos, así que el miedo no es realmente miedo a la muerte, sino miedo a lo desconocido, miedo al dolor, miedo a lo que ya no recordamos.
Nacer y morir son dos caras de la misma moneda: la existencia, un ser está aquí o allí, en un momento determinado, -ya sabemos que el concepto tiempo está muy adaptado al punto de vista de quienes vivimos en este mundo-, al momento siguiente podemos estar en otra parte, vivos también, nuestro ser permanece, incluso el alma guarda recuerdos que arrastramos una y otra vez y que nos hacen ser lo que somos hoy y nos proyectan hacia lo que seremos en un futuro.
María del Carmen Calderón Berrocal • La muerte no es enemigo natural de la vida, sino su aliado natural, no existe la una sin la otra, los conceptos vida/muerte tal y como se suelen entender no tienen ocasión sin la mutua concurrencia, aunque el SER, ES, eternamente, no la persona, sino lo que verdaderamente la persona él. La persona, podríamos decir es como el envoltorio; y, de vez en cuando la serpiente cambia de piel y sigue su camino, más madura, más sabia.
isabel rivas • Qué bello planteamiento, me encantó. Yo coincido con lo que piensas al respecto, aunque sé que cada cual tiene absoluto derecho a manejar su verdad sobre ello y no debe ser cuestionado ni sancionado, hay que ser respetuoso simplemente y que fluya para que cada cual pueda descubrir lo que debe en este ahora.
Es una pena sea un tema tabú "la muerte" ya que si fuera de otra manera, las personas viviríamos libres esencialmente, conectados entonces con un límite que nos llena de energía para vivir en cuanto abres los ojos y despiertas, cada mañana, para ser nuevamante actor de esta realidad, para hacer realidad nuestros sueños o lo que de verdad eres como aporte a un sistema universal, que arrastras desde siempre pero que no recuerdas.
Es fácil la confusión con un sistema exigente en el cual deudas por todo, incluso para nacer y morir debes cancelar algo material a una institución lo cual genera diferencias que no deben por qué existir para este pasar. Esos sueños que no recordamos y a veces ni siquiera alcanzamos a descubrir, no tienen porque estar asociados a un exitismo o reconocimiento de alguien o de muchos. Sacar lo mejor de nosotros, en este ahora, que después será sólo dar una vuelta más allá para trascender y seguir presentes aquí en otra forma de percibir para quienes puedan hacerlo, conexión le llamó yo. Es sacarse de encima todo aquello con lo cual nos impregnan al nacer pero eso es hermoso también. Es decir tener la oportunidad de trabajar para darse cuenta y abrir los ojos bien abiertos hasta cerrarlos cuando deba ser y nuevamente despegarlos despertando, en otra dimensión de esta realidad. Es invivisible aunque para algunos es tangible y presente por desarrollo de la percepción. Las habilidades que todos poseemos nos permiten, pienso, llegar a ese descubrimiento potencial de la misión que cada cual tiene en ese renacer y que es responsabilidad de cada cual llegar a entender, uno se autoriza a realizarlo. También pienso cuántos renaceres tenemos...
pienso bastante en ello. Gracias!!!
pienso bastante en ello. Gracias!!!
.-A la gente es que le da miedo, hay personas que piensan que solo con pensar en el concepto están actualizándolo, es decir, lo están llamando. Y las cosas existen, no hay que negarlas, negar una cosas no es hacer que desaparezca, es hacer como el avestruz, meter la cabeza en la tierra, pero el tema sigue ahí.
.-Muchos recuerdos se descubren en sueños, unos los advierten y otros no, los toman como una película sin más. Recuerdos de vidas pasadas se arrastran hasta en características físicas. Hay marcas que identifican hechos pasados, por ejemplo.
.-No se tratad e obsesionarse con las cosas, simplemente es aceptar y descubrir qué son realmente y no temer sin ton ni son, cuando se teme algo debe ser por un motivo real. No dudo que no sea un tema que pueda asustar, pero hay que racionalizar un poco y también hay que trascender, la persona debe saber mirar las cosas con perspectiva.
Saludos
Martin Dario Cernadas • Ma. del Carmen, es compartido tu concepto de la muerte como aliada por todo el bagaje cultural chamanico. En el chamanismo se la toma como un maestro, aquella que me permite decidir aqui y ahora sin apego , con dolor profundo y humano, pero sin apego. Mas energeticamente, para ahorrar la energia en este plano y poder trascenderla.
La muerte como un aliado - ¿Cómo chamanes perciben la muerte?
http://es.hicow.com/chamanismo/psicopompo/medio-mundo-421568.html
La muerte como un aliado - ¿Cómo chamanes perciben la muerte?
http://es.hicow.com/chamanismo/psicopompo/medio-mundo-421568.html
María del Carmen Calderón Berrocal • Muy interesante el artículo. El chamanismo es lo que ha sido siempre, supongo, el hombre buscando la TRASCENDENCIA, el hombre intentando estar como el Coloso de Rodas, con un pie en cada sitio, sin poder del todo, claro, precisamente por eso, porque es hombre.
El hombre ha buscado una explicación a su existencia y a su no existencia, cosa que no es real, porque la energía es eterna y nosotros somos energía; la energía es la vida y todo lo que existe tiene energía y por tanto vida, aunque no sea la vida exactamente como nosotros la entendemos.
El hombre ha buscado desde que tiene juicio y se ha preguntado por todo lo que no comprende enteramente, de forma que para dar explicación crea, inventa, supone, realidades, fantasías, leyendas, más o menos coherentes, que van dando explicación a cada uno de sus interrogantes. De este modo nacen las parábolas, en cualquier filosofía, sobre la creación del mundo, sobre quién sostiene el mundo, etc. Identificando vicios y virtudes con dioses o ídolos; y sublimando los pecados y la mundaneidad por medio de vidas ejemplares, en el Cristianismo, donde a estas entidades especiales se les llama santos, personas sobre un plano superior a las demás que la Iglesia eleva a los altares como ejemplo para el resto.
Se trasciende la muerte, el dolor del martirio, todo es camino de perfección; y toda la existencia una sucesión de episocios, más o menos afortunados, donde vamos ganando y -a veces, también perdiendo-, puntos para ese ascenso. Subimos de plano cada vez que nos trascendemos, cada vez que nos superamos, cada vez que somos un poco más, cada vez que concedemos más a la espiritualidad y al S E R verdadero que no al materialismo, que hunde al hombre como si le tiraran de los pies hacia abajo.
Se trasciende la muerte, el dolor del martirio, todo es camino de perfección; y toda la existencia una sucesión de episocios, más o menos afortunados, donde vamos ganando y -a veces, también perdiendo-, puntos para ese ascenso. Subimos de plano cada vez que nos trascendemos, cada vez que nos superamos, cada vez que somos un poco más, cada vez que concedemos más a la espiritualidad y al S E R verdadero que no al materialismo, que hunde al hombre como si le tiraran de los pies hacia abajo.
