El Amor no es uno y único en la vida de las
Comentario al hilo del debate:
El Amor no es uno y único en la vida de las personas, que suele ser larga; nos encontraremos a lo largo de nuestra existencia con la posibilidad de tener varios amores, que en su momento son únicos. Amor hacia dos personas es posible, porque hay muchas clases de amor.
Lo que sucede es que de lo que estamos hablando, del AMOR con mayúsculas, es un sentimiento único, y cuando alguien lo siente, digamos por 2ª vez, es que el amor que conoció en primer lugar no existe ya; existe cariño, existe inercia, existe rutina, existe una situación acomodad o acomodaticia, hay intereses comunes, está la costumbre. Pero sobre todo está el miedo a qué pasará si se da el siguiente paso.
Parece ser que la gente suele guiarse por “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Pues si esto es así, lo que realmente se está cometiendo es un triple fraude: primero es un fraude para con el primer amor, pues se le hace creer y permanecer en una situación que no es real ya; segundo es un fraude para con el 2º amor, pues por miedo al qué dirán, al prestigio, con el supuesto pretexto de no hacer daño a nadie, lo que en realidad se está haciendo es daño; y daño a tres, a la primera persona se le miente, a la segunda se le miente, se le niega lo que por derecho ya le pertenece (el derecho que da querer a alguien con toda el alma, que por otra parte no es ningún derecho); y con respecto a la propia persona, el sujeto se miente y se sacrifica a sí mismo.
Hay que situarse por encima de los acontecimientos y pensar qué es realmente lo que se quiere en la vida: a alguien que quieras realmente y que te haga sentir por encima de todo, o a alguien que está ahí por inercia. Tontamente, porque la solución está en sus manos.
También hay que pasar, al menos un poco, de cierta rigidez mental, social, moral o religiosa, a la que generalmente estamos acostumbrados y con las que convivimos. Hablando en términos religiosos, hay que pensar un poco y remontarse a los primeros tiempos; y preguntarse ¿Quién instituyó el matrimonio?. Que yo sepa, la Iglesia, los discípulos de Jesús, tras su muerte y a lo largo del tiempo.
Fueron ellos no Él el que instituyó el matrimonio. Por tanto ahí ya tenemos un punto.
¿Es posible tener un o una amante y seguir queriendo a tu pareja?
El Amor no es uno y único en la vida de las personas, que suele ser larga; nos encontraremos a lo largo de nuestra existencia con la posibilidad de tener varios amores, que en su momento son únicos. Amor hacia dos personas es posible, porque hay muchas clases de amor.
Lo que sucede es que de lo que estamos hablando, del AMOR con mayúsculas, es un sentimiento único, y cuando alguien lo siente, digamos por 2ª vez, es que el amor que conoció en primer lugar no existe ya; existe cariño, existe inercia, existe rutina, existe una situación acomodad o acomodaticia, hay intereses comunes, está la costumbre. Pero sobre todo está el miedo a qué pasará si se da el siguiente paso.
Parece ser que la gente suele guiarse por “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Pues si esto es así, lo que realmente se está cometiendo es un triple fraude: primero es un fraude para con el primer amor, pues se le hace creer y permanecer en una situación que no es real ya; segundo es un fraude para con el 2º amor, pues por miedo al qué dirán, al prestigio, con el supuesto pretexto de no hacer daño a nadie, lo que en realidad se está haciendo es daño; y daño a tres, a la primera persona se le miente, a la segunda se le miente, se le niega lo que por derecho ya le pertenece (el derecho que da querer a alguien con toda el alma, que por otra parte no es ningún derecho); y con respecto a la propia persona, el sujeto se miente y se sacrifica a sí mismo.
Hay que situarse por encima de los acontecimientos y pensar qué es realmente lo que se quiere en la vida: a alguien que quieras realmente y que te haga sentir por encima de todo, o a alguien que está ahí por inercia. Tontamente, porque la solución está en sus manos.
También hay que pasar, al menos un poco, de cierta rigidez mental, social, moral o religiosa, a la que generalmente estamos acostumbrados y con las que convivimos. Hablando en términos religiosos, hay que pensar un poco y remontarse a los primeros tiempos; y preguntarse ¿Quién instituyó el matrimonio?. Que yo sepa, la Iglesia, los discípulos de Jesús, tras su muerte y a lo largo del tiempo.
Fueron ellos no Él el que instituyó el matrimonio. Por tanto ahí ya tenemos un punto.
Después: Qué es lo que realmente se bendice en la ceremonia de la boda, creo que es la unión de un hombre y una mujer que se quieren, lo que Dios bendice es el AMOR con mayúsculas, y para siempre. Pero sucede que este Amor con mayúsculas termina, …cosas de la vida! ; y aparece otra persona, …puede pasar!.
El amor no es ni propiedad ni privativo de nadie, lo mismo que la persona, nadie le pertenece a nadie. Lo que se firma en la iglesia y en el juzgado es un contrato no una venta. Entonces, cuál es ahora el verdadero Amor con mayúscula, supongo que el que ha aparecido en segundo lugar, porque del 1º al parecer queda bien poco. Sobre todo porque al ser éste un sentimiento único, -el Amor con mayúsculas-, si aparece el 2º es que está bien muerto el 1º. ¿Dónde está el pecado, el delito, entonces?. Hay que llamar las cosas por su verdadero nombre. Hay que darle a las cosas su sentido correcto, y su verdadera dimensión.
Se puede querer a dos personas a la vez. Pues sí. Lo que pasa es que no se quiere de la misma manera. El Amor es único; el cariño, no.
Hay que apelar a la valentía en estos casos. Hay que hacer un llamamiento a no juzgar, sin saber realmente, nadie está dentro de nadie, cada uno es dueño de sí mismo. Tu eres dueño de ti, te comprometes libremente, pero si pasa algo en el futuro, también eres libre para decidir otra cosa. Hacer lo correcto es algo difícil de juzgar, por eso nadie debe opinar gratuitamente. En mi opinión lo correcto es seguir siempre al verdadero amor, seguir a la conciencia verdadera, no a prejuicios y convencionalismos sociomorales. Hay que ser valiente, fiel y honesto con tres personas a la vez, principalmente consigo mismo, con el primer amor y con el segundo amor. Lo que no se puede es engañar, a otros, ni a sí; lo que no se puede es seguir por interés, por inercia, por rutina, por “seguridad”, y a saber cuantísimas razones más. Lo que no se puede o NO SE DEBE es CERRAR LA PUERTA A LA FELICIDAD VERDADERA.
El AMOR con mayúsculas se escribe entre dos, a lo que se establece entre tres, por supuesto no se llama así. El mismo refranero lo confirma: "Dos son compañía y tres multitud", está bien claro, son conceptos totalmente distintos, que no hablan de la misma cosa.
No es que la "gente no esté preparada para una relación de tres personas", es que eso es otra cosa muy distinta a la relación de AMOR. La relación de AMOR, por supuesto entre dos personas, no es tradicional, es la única, si es que estamos hablando de lo que estamos hablando, cuando el número aumenta, ponedle otros nombres, pero el suyo no es éste.
Me parece incriblemente ruín utilizar a una tercera persona para sobrellevar una "supuesta relación entre dos", si necesita de eso, por supuesto los términos en los que continuará, si es que continúa, no serán en terminos de AMOR.
Pero es verdad que la aparición expontanea de una tercera persona, puede ser incluso beneficiosa para una relación, pues puede a partir de ese momento existir un replanteamiento.
Otro punto que me gustaría tocar es el de "sacrificio y renuncia", que alguno ha comentado. Si en una supuesta relación de AMOR las cosas van de tal manera que hay que sujetarla con "sacrificio y renuncia", muy mal están las cosas. Una relación de AMOR es lo más de lo más, cómo va a suponer sacrificio y renuncia, las cosas se hacen con sumo gusto, y con entrega total. El sacrificio y la renuncia es lo que se aplica por ejemplo para aprobar un examen, unas oposiciones, para entregar un trabajo a tiempo... , pero no en una relación de AMOR.
Saludos