Escrito por María Del Carmen --- el 06/08/2010 en
¿Qué te hace ser feliz?
...Dices: “ No disfruto del presente por no confiar en el futuro ya que el recuerdo de las experiencias pasadas me producen temor sólo con pensar que pudieran repetirse. Resumiendo : es el miedo el que no me deja evolucionar? ” .Vivir sin preocuparse por el mañana ni por lo que sucedió ayer, es definitivamente una utopía.
Debemos saber que somos humanos e inherente a esta condición es la imperfección, así que estimo que esto es algo inalcanzable totalmente, si acaso algún ser evolucionado puede que consiga más que los demás pero mientras participe de la condición humana, el objetivo no lo habrá conseguido al completo.
Ayer ya pasó y mañana depende de lo que haga hoy, en parte, porque existe el destino, pese a que alguien se atreva a negarlo. Hay un cierto determinismo en todo esto. Hay que disfrutar de lo que somos, hacemos y tenemos, valorar lo que tenemos, pero la condición humana es insaciable.
Por otra parte querer más allá supone un nuevo objetivo a cumplir. Es bueno tener objetivos nuevos, el caso está en establecer prioridades para el crecimiento real. Hay personas que he visto como se sacrifican en aras de un compromiso que tienen establecido, pero en su ser interior, ese compromiso realmente no es tal. Y no lo es por la sencilla razón de que si se piensa en otra cosa es que lo tenemos no nos satisface ya. Con esto no digo que no se aprecien las cosas que se tienen, o que no se quiera a las personas con las que se convive. El ser humano busca ser más, por dentro y por fuera, la búsqueda también es inherente a la condición humana. Es vida en realidad. Si dejamos de buscar o de desear esta cosa o la otra, tendremos que dudar de nuestra existencia misma. Estamos en un camino de perfección. Estamos aquí para superarnos. El querer más es parte de todo ello. Lo que pasa es que hay que establecer prioridades. Pero establecerlas bien… Hay que actuar desde el propio centro, desde lo que realmente somos, para proyectarnos a partir de ahí.
Cuando dices :”Ah! Y por otro lado, si partimos de la premisa de que se tiene casi todo ( familia, amigos, hijos,... Bienes materiales,.. Salud... ), por qué en lugar de disfrutar de todo lo que se tiene , la mente te lleva una y otra vez a pensar en lo único que no se tiene (en cada persona será un cosa), es la condición humana así por naturaleza? Es el deseo de alcanzar lo que no se tiene lo que hace que la Humanidad esté en perpetua infelicidad? “
No es que no se disfrute de lo que se tiene, es que se desea más; porque se desee más, no se está fallando, el tema está en no traicionarse a sí mismo ni traicionar; sino aceptar las cosas que vienen y que nos vamos encontrando en nuestro camino, porque si están es para algo; son como peldaños de una escalera que hay que subir. En nosotros está quedarnos con lo que tenemos o aspirar a más.
Pero ese más al que me refiero no tiene connotaciones materiales sino espirituales. No debemos ser inmaduros, de la infancia hay que quedarse con lo mejor y actualizarla constantemente, no dejar de ser niños nunca, pero dejar arrumbado algo simplemente porque lo nuevo nos llama la atención tampoco es la mejor de las decisiones. El crecimiento material es aparente, el espiritual es real. La vida es una constante elección, una constante lección y un constante ejercicio de libertad.
Saludos. MCarmen