Escrito por María Del Carmen --- el 31/05/2010
Qué debate más bonito María ¡¡ .
... Te quiero, lo siento y ayúdame...
Serán difíciles de decir, pero las decimos constantemente, si no de una forma, de otra; lo malo es que no se está por reconocerlo. Hay ideologías, educaciones, etc. Que educan a la persona en ser reservado consigo y con los demás, la expresión de los afectos se considera como una pérdida de papeles, y nada mas lejos; los papeles se pierden totalmente en el caso contrario, porque la persona realmente se engaña así, y porque se enajena de sí; deja de ser lo que realmente es.
Hay que querer a la gente y tener la valentía de decir que uno se equivoca o que el otro se equivoca en el momento preciso, para que las cosas no se desvirtuen y las relaciones se enriquezcan y profundicen.
No hay que ir con una armadura medieval puesta todo el rato, o como un autómata diciendo ahora sí, ahora no, a esta persona le digo esto y a esta otra no, a esta sí corresponde, a esta no corresponde.
Abogo por la naturalidad. Todos somos iguales, todos estamos en el mismo templo, aunque estemos sentados en distintos bancos. Todos estamos aquí para lo mismo, progresar hacia la perfección.
Por qué negarnos el progreso, por qué negarnos el facilitar las cosas poniendo multitud de barreras entre nosotros. Hay palabras que expresan eso. Hay palabras para crear barreras. El respeto no está en llamar o tratar a nadie de usted, el respeto es otra cosa. Porque se diga a una persona que se la quiere no perdemos, ganamos, no nos hacemos vulnerables; vulnerables por qué; se diga o no se diga, si se siente ahí está. Lo malo sería decir y no sentir. Eso sí que estaría mal.
Decir te quiero cuesta tanto porque estamos imbuidos en un conjunto ingobernable de convencionalismos, que no dejan de ser más que eso, convencionalismos; y lo que es peor, no nos dejan ser realmente quieres realmente somos.
Tenemos mecanismos para hacer que el alma se exprese, mecanismos buenos, la expresión también es progresión, nos negamos si no nos expresamos; y perdemos muchas oportunidades porque los demás no se hacen una idea de como somos realmente. Por qué la gente se oculta, si no hay nada que temer, qué pasa si alguien sabe que le tienes afecto, creo que por su parte nada malo, que alguien se aprovecha de la buena voluntad de cada cual, eso ya está en cada persona poner coto a los desmanes que puedan ocasionarse. No se puede poner el parche antes de que salga el grano. Cuando las personas queden fuera de nuestro alcance YA NO TENDRÁ REMEDIO Y PUEDE SER MUY LAMENTABLE, de verdad ¡¡ .
... Te quiero, lo siento y ayúdame...
Serán difíciles de decir, pero las decimos constantemente, si no de una forma, de otra; lo malo es que no se está por reconocerlo. Hay ideologías, educaciones, etc. Que educan a la persona en ser reservado consigo y con los demás, la expresión de los afectos se considera como una pérdida de papeles, y nada mas lejos; los papeles se pierden totalmente en el caso contrario, porque la persona realmente se engaña así, y porque se enajena de sí; deja de ser lo que realmente es.
Hay que querer a la gente y tener la valentía de decir que uno se equivoca o que el otro se equivoca en el momento preciso, para que las cosas no se desvirtuen y las relaciones se enriquezcan y profundicen.
No hay que ir con una armadura medieval puesta todo el rato, o como un autómata diciendo ahora sí, ahora no, a esta persona le digo esto y a esta otra no, a esta sí corresponde, a esta no corresponde.
Abogo por la naturalidad. Todos somos iguales, todos estamos en el mismo templo, aunque estemos sentados en distintos bancos. Todos estamos aquí para lo mismo, progresar hacia la perfección.
Por qué negarnos el progreso, por qué negarnos el facilitar las cosas poniendo multitud de barreras entre nosotros. Hay palabras que expresan eso. Hay palabras para crear barreras. El respeto no está en llamar o tratar a nadie de usted, el respeto es otra cosa. Porque se diga a una persona que se la quiere no perdemos, ganamos, no nos hacemos vulnerables; vulnerables por qué; se diga o no se diga, si se siente ahí está. Lo malo sería decir y no sentir. Eso sí que estaría mal.
Decir te quiero cuesta tanto porque estamos imbuidos en un conjunto ingobernable de convencionalismos, que no dejan de ser más que eso, convencionalismos; y lo que es peor, no nos dejan ser realmente quieres realmente somos.
Tenemos mecanismos para hacer que el alma se exprese, mecanismos buenos, la expresión también es progresión, nos negamos si no nos expresamos; y perdemos muchas oportunidades porque los demás no se hacen una idea de como somos realmente. Por qué la gente se oculta, si no hay nada que temer, qué pasa si alguien sabe que le tienes afecto, creo que por su parte nada malo, que alguien se aprovecha de la buena voluntad de cada cual, eso ya está en cada persona poner coto a los desmanes que puedan ocasionarse. No se puede poner el parche antes de que salga el grano. Cuando las personas queden fuera de nuestro alcance YA NO TENDRÁ REMEDIO Y PUEDE SER MUY LAMENTABLE, de verdad ¡¡ .