Hola Virginia, en ausencia de Lorenzo permíteme que te responda si puedo a tu cuestión:
Es cierto lo que dice "no hacer caso de lo que no nos va a hacer
feliz", porque a diario encontramos a personas que nos ofenden, y si
hacemos casos terminaremos con infarto o con armagura. Es bueno pasar
por alto todo eso y ser feliz en esta vida que es corta y debemos
disfrutarla cada minuto.
Creo que no es cierto. Hay cosas que debemos atender porque es necesario hacerlo, evitándolo estaríamos justificando la desgana, el libertinaje, el alcoholismo… y un sinfín de cosas que como a alguien puede hacer feliz estarían permitidas según esa aseveración.
Por otra parte, hay cosas a las que hay que hacer caso porque hay un compromiso establecido. Por ejemplo, imagina que alguien está casado con alguien, aparece una tercera, cuarta, quinta, sexta… persona y les hace caso a todas; pues vaya negocio ¡¡ . El compromiso adquirido hay que salvarlo si se puede. Si se puede. Distinto es aguantar con una persona por inercia, por convencionalismos sociales, prejuicios morales, ataduras sociales… entonces realmente no debería de mantenerse esa situación, entonces no deberíamos hacer caso a una situación que no hace feliz al individuo. En este caso si estaría justificado. El individuo pierde la posibilidad de ser feliz realmente. Y todo ese sentimiento reprimido origina frustración que hace que el sujeto se “agrie”, que no sea el mismo ya, que sea menos él mismo.
Distinto es también hacer caso a todos los perros que ladran, como se dice, o meterse en todos los charcos, como también se dice; hay gente infeliz consigo mismo que quiere sentir felicidad con el hecho de producir la infelicidad que él sufre a otro. Desde luego la palabra miserable existe porque existen los miserables. Pero en este caso las cosas tienen la importancia que nosotros le queramos dar. Ni más ni menos. Quien te quiera perjudicar, lo intentará por activa y por pasiva. Pero los demás deben ser testigos justos, no muñecos a su antojo, deben ver cuál es la verdad y la mentira de una determinada situación. Pienso que hay que estar por encima de este tipo de situaciones. Aunque no niego en absoluto que puedan llegar a hacer polvo a una persona.
Tengo al respecto que decir también que el concepto de moral está aquí presente y que una vida buena moralmente es en la que obras de acuerdo a tu moral, a tus normas interiores, que serán en mayor o menor medida tuyas, porque hay que contar y no negar la influencia de la sociedad, religión, familia a la hora de crear nuestro propio código moral. Hay cosas que nos parecen bien y cosas que nos parecen mal aplicando todo eso que hemos adquirido. Kant hablaba de una moral para todos los seres humanos, por ejemplo, matar seria una verdadera injusticia, puesto que se roba lo más valioso del mundo, la vida. Sin embargo seguro que para uno de los niños soldado que están secuestrados en África por ejemplo, tiene más valor un buen diamante que la vida del hombre que huye con él, y por consecuente, no le parece que este mal matar a esa persona. O por ejemplo para algunos es un crimen comer animales y se alimenta en base a vegetales; frente a lo cual estaría la postura festiva de quien cada fin de semana hace barbacoa e invita en casa a todos sus amigos.
Una acción determinada conlleva unos sentimientos y también una moralidad, pero estos son individuales, no generales, por más que existan formas de conducta, moral, religiosidad. Verdaderamente son individuales, cada cosa es asumida individualmente; no son universales, no es que de haber visto muchos caballos nazca la idea de caballo, NO, cada cosa está incardinada en un tiempo, en un aquí y ahora, en unas circunstancias, en unas personas determinadas y no otras.
Para ser felice debemos actuar de acuerdo a nuestro código moral, que sin duda tiene también su parte comunitaria; debemos hacer aquello que sabemos que está bien para nosotros y no hacer lo que pensemos que está mal; con ello nos sentiremos bien con nosotros mismos y de esta forma nos identificaremos con la felicidad, que no es un fin sino un camino.
Sin duda hay mentes aberrantes que a sabiendas de que están haciendo algo malo sienten felicidad por ello. Son enfermos. Eso es una patología. Es maldad. Es contra natura. Porque somos energía y la energía es amor que es la cualidad con mayor capacidad vibratoria, luego somos amor. El desamor, el mal, etc. , no es parte de nosotros en realidad.
La emisión de la energía tiene efecto reflejo o efecto boomerang, así que aquello que se nos aplique o que apliquemos de alguna forma retornará a nosotros en la forma que sea, en forma total o dosificada, pero retornará porque son las leyes de la física, todo está visto, no hay nada nuevo bajo el sol; lo que pasa es que no nacemos sabiendo y hay que ir descubriendo cosas paso a paso.
Saludos. MCarmen
Creo que no es cierto. Hay cosas que debemos atender porque es necesario hacerlo, evitándolo estaríamos justificando la desgana, el libertinaje, el alcoholismo… y un sinfín de cosas que como a alguien puede hacer feliz estarían permitidas según esa aseveración.
Por otra parte, hay cosas a las que hay que hacer caso porque hay un compromiso establecido. Por ejemplo, imagina que alguien está casado con alguien, aparece una tercera, cuarta, quinta, sexta… persona y les hace caso a todas; pues vaya negocio ¡¡ . El compromiso adquirido hay que salvarlo si se puede. Si se puede. Distinto es aguantar con una persona por inercia, por convencionalismos sociales, prejuicios morales, ataduras sociales… entonces realmente no debería de mantenerse esa situación, entonces no deberíamos hacer caso a una situación que no hace feliz al individuo. En este caso si estaría justificado. El individuo pierde la posibilidad de ser feliz realmente. Y todo ese sentimiento reprimido origina frustración que hace que el sujeto se “agrie”, que no sea el mismo ya, que sea menos él mismo.
Distinto es también hacer caso a todos los perros que ladran, como se dice, o meterse en todos los charcos, como también se dice; hay gente infeliz consigo mismo que quiere sentir felicidad con el hecho de producir la infelicidad que él sufre a otro. Desde luego la palabra miserable existe porque existen los miserables. Pero en este caso las cosas tienen la importancia que nosotros le queramos dar. Ni más ni menos. Quien te quiera perjudicar, lo intentará por activa y por pasiva. Pero los demás deben ser testigos justos, no muñecos a su antojo, deben ver cuál es la verdad y la mentira de una determinada situación. Pienso que hay que estar por encima de este tipo de situaciones. Aunque no niego en absoluto que puedan llegar a hacer polvo a una persona.
Tengo al respecto que decir también que el concepto de moral está aquí presente y que una vida buena moralmente es en la que obras de acuerdo a tu moral, a tus normas interiores, que serán en mayor o menor medida tuyas, porque hay que contar y no negar la influencia de la sociedad, religión, familia a la hora de crear nuestro propio código moral. Hay cosas que nos parecen bien y cosas que nos parecen mal aplicando todo eso que hemos adquirido. Kant hablaba de una moral para todos los seres humanos, por ejemplo, matar seria una verdadera injusticia, puesto que se roba lo más valioso del mundo, la vida. Sin embargo seguro que para uno de los niños soldado que están secuestrados en África por ejemplo, tiene más valor un buen diamante que la vida del hombre que huye con él, y por consecuente, no le parece que este mal matar a esa persona. O por ejemplo para algunos es un crimen comer animales y se alimenta en base a vegetales; frente a lo cual estaría la postura festiva de quien cada fin de semana hace barbacoa e invita en casa a todos sus amigos.
Una acción determinada conlleva unos sentimientos y también una moralidad, pero estos son individuales, no generales, por más que existan formas de conducta, moral, religiosidad. Verdaderamente son individuales, cada cosa es asumida individualmente; no son universales, no es que de haber visto muchos caballos nazca la idea de caballo, NO, cada cosa está incardinada en un tiempo, en un aquí y ahora, en unas circunstancias, en unas personas determinadas y no otras.
Para ser felice debemos actuar de acuerdo a nuestro código moral, que sin duda tiene también su parte comunitaria; debemos hacer aquello que sabemos que está bien para nosotros y no hacer lo que pensemos que está mal; con ello nos sentiremos bien con nosotros mismos y de esta forma nos identificaremos con la felicidad, que no es un fin sino un camino.
Sin duda hay mentes aberrantes que a sabiendas de que están haciendo algo malo sienten felicidad por ello. Son enfermos. Eso es una patología. Es maldad. Es contra natura. Porque somos energía y la energía es amor que es la cualidad con mayor capacidad vibratoria, luego somos amor. El desamor, el mal, etc. , no es parte de nosotros en realidad.
La emisión de la energía tiene efecto reflejo o efecto boomerang, así que aquello que se nos aplique o que apliquemos de alguna forma retornará a nosotros en la forma que sea, en forma total o dosificada, pero retornará porque son las leyes de la física, todo está visto, no hay nada nuevo bajo el sol; lo que pasa es que no nacemos sabiendo y hay que ir descubriendo cosas paso a paso.
Saludos. MCarmen