En debate:
Decir las cosas por su nombre
Escrito por María Del Carmen --- el 25/02/2010
Decía Gustavo “ ¡Pero cuanto cuesta ser nosotros mismos! ”. Pues mira, en realidad es gratis, el precio lo ponemos nosotros, además la gente qué prefiere, alguien que diga sí
y ya está o alguien auténtico que escuche, se comprometa e implique y
con quien haya que discutir de vez en cuando… ¡¡, pues yo creo que lo 2º
, así que en realidad es bastante más fácil de lo que suele hacerse
artificialmente.
Pienso que si las personas se mostrasen tal y como son realmente, tendrían una aceptación increíble, porque lo que están, en ese caso, mostrando, es el alma, ese reflejo del TODO que cada uno somos, luego tiene que ser en su estado puro una verdadera maravilla.
Estoy muy de acuerdo con tus planteamientos que vienen seguidos, sabes¡, se suelen buscar chivos expiatorios, sobre los que se cargan culpas increíblemente fuera de lugar, pero no hay que irse a la Historia para encontrar estos chivos expiatorios a los que se anatemiza sin piedad, eso podemos verlo a diario. Se lanzan bulos a la sociedad para que piense en tonterías y distraiga el pensamiento con cosas que actúan como cortinas de humo, evitando que se vea la realidad del presente. Muy fuerte todo. Y algunos seres indefensos mentalmente, débiles mentalmente, caen como moscas, y se atreven a alzar la voz siguiendo este tipo de juego social, o mejor dicho, antisocial, de comparsa social. De burla. Y al mismo tiempo son burladores y burlados.
HAY QUE SITUARSE POR ENCIMA, salir fuera del tema, para verlo con cierta perspectiva, no dejarse imbuir por fraudes lanzados a diestro y siniestro partidariamente para ganar cosas que no se ganaron en su momento, o por odio acumulado no se sabe exactamente contra qué o quién pero que se focaliza en estos chivos expiatorios. Y la verdad es que algunas cosas que pretenden presentarse como verdades absolutas, son las más grandes de las patrañas. Pero quedan ocultas, impunes, anónimas, sólo visibles a los ojos de unos pocos, que han estudiado la situación, el funcionamiento de las cosas, el resto queda atónito con los bulos lanzados, que pueden ser tan fuertes que enardecen a las personas, que no se dan cuenta de que son mentira. A esto me refería en mi intervención anterior induciendo a pensar que no todo el que afirma con rotundidad sabe lo que está diciendo.
Tan importante es hacer lo que hacen el Jerez, dejarla caer; oír como el que oye llover; que mirar las cosas desde cierta perspectiva, y no dejarse afectar por la contaminación acústica…; los débiles de espíritu no hacen más que buscar culpables a un lado y a otro, sin reconocer los valores que llevan a lo que hoy las cosas son. En vez de crear prefieren destruir; en vez de dialogar, prefieren criticar, avasallar, enredar… todo ello porque la parte oscura del ser, que es como dual, -tiene porciones de bien y de mal repartidas a discreción-, se manifiesta en su forma más negativa.
Hay que reciclar, reconvertir basura mental en oro mental para que brille el alma y para que esa luz se expanda. Hay que decir las cosas como son, PERO COMO SON, libres de inventos, de mentiras, de condicionamientos. Decir las cosas como son, no es hablar por hablar, por notoriedad, por agredir aunque sea verbalmente. EL DECIR LAS COSAS COMO SON TIENE UN COMPONENTE DE HONESTIDAD Y DE COMPROMISO FUERTE PARA CONSIGO MISMO Y PARA CON LOS DEMÁS, no hay que ofender, hay que ponerse en el lugar del otro, no herir, no hay necesidad, quien tiene necesidad de herir es un enfermo. Dialogar, respetar, amar al próximo, que eso es lo que significa prójimo. IR A LA ESENCIA.
Efectivamente si alguien se equivoca, como es inherente a la condición humana la imperfección, estará libre de culpa, porque se ha equivocado, en la equivocación no hay maldad, hay error, así que con pedir disculpas vale, pero vale si se está dispuesto a mejorar, no a repetir. Para lo mismo sirve decir perdona, que te lo agradezco, si no se dicen de verdad.
Saludos. MCarmen
Pienso que si las personas se mostrasen tal y como son realmente, tendrían una aceptación increíble, porque lo que están, en ese caso, mostrando, es el alma, ese reflejo del TODO que cada uno somos, luego tiene que ser en su estado puro una verdadera maravilla.
Estoy muy de acuerdo con tus planteamientos que vienen seguidos, sabes¡, se suelen buscar chivos expiatorios, sobre los que se cargan culpas increíblemente fuera de lugar, pero no hay que irse a la Historia para encontrar estos chivos expiatorios a los que se anatemiza sin piedad, eso podemos verlo a diario. Se lanzan bulos a la sociedad para que piense en tonterías y distraiga el pensamiento con cosas que actúan como cortinas de humo, evitando que se vea la realidad del presente. Muy fuerte todo. Y algunos seres indefensos mentalmente, débiles mentalmente, caen como moscas, y se atreven a alzar la voz siguiendo este tipo de juego social, o mejor dicho, antisocial, de comparsa social. De burla. Y al mismo tiempo son burladores y burlados.
HAY QUE SITUARSE POR ENCIMA, salir fuera del tema, para verlo con cierta perspectiva, no dejarse imbuir por fraudes lanzados a diestro y siniestro partidariamente para ganar cosas que no se ganaron en su momento, o por odio acumulado no se sabe exactamente contra qué o quién pero que se focaliza en estos chivos expiatorios. Y la verdad es que algunas cosas que pretenden presentarse como verdades absolutas, son las más grandes de las patrañas. Pero quedan ocultas, impunes, anónimas, sólo visibles a los ojos de unos pocos, que han estudiado la situación, el funcionamiento de las cosas, el resto queda atónito con los bulos lanzados, que pueden ser tan fuertes que enardecen a las personas, que no se dan cuenta de que son mentira. A esto me refería en mi intervención anterior induciendo a pensar que no todo el que afirma con rotundidad sabe lo que está diciendo.
Tan importante es hacer lo que hacen el Jerez, dejarla caer; oír como el que oye llover; que mirar las cosas desde cierta perspectiva, y no dejarse afectar por la contaminación acústica…; los débiles de espíritu no hacen más que buscar culpables a un lado y a otro, sin reconocer los valores que llevan a lo que hoy las cosas son. En vez de crear prefieren destruir; en vez de dialogar, prefieren criticar, avasallar, enredar… todo ello porque la parte oscura del ser, que es como dual, -tiene porciones de bien y de mal repartidas a discreción-, se manifiesta en su forma más negativa.
Hay que reciclar, reconvertir basura mental en oro mental para que brille el alma y para que esa luz se expanda. Hay que decir las cosas como son, PERO COMO SON, libres de inventos, de mentiras, de condicionamientos. Decir las cosas como son, no es hablar por hablar, por notoriedad, por agredir aunque sea verbalmente. EL DECIR LAS COSAS COMO SON TIENE UN COMPONENTE DE HONESTIDAD Y DE COMPROMISO FUERTE PARA CONSIGO MISMO Y PARA CON LOS DEMÁS, no hay que ofender, hay que ponerse en el lugar del otro, no herir, no hay necesidad, quien tiene necesidad de herir es un enfermo. Dialogar, respetar, amar al próximo, que eso es lo que significa prójimo. IR A LA ESENCIA.
Efectivamente si alguien se equivoca, como es inherente a la condición humana la imperfección, estará libre de culpa, porque se ha equivocado, en la equivocación no hay maldad, hay error, así que con pedir disculpas vale, pero vale si se está dispuesto a mejorar, no a repetir. Para lo mismo sirve decir perdona, que te lo agradezco, si no se dicen de verdad.
Saludos. MCarmen