En debate:
La liberación
Escrito por María Del Carmen --- el 25/02/2010
Sí Gris, todo son peldaños en el camino, lo que pasa es
que como la persona es persona y no tempano de hielo, es casi imposible
que le afecten las cosas aunque las acepte, y aunque se ponga en plan
estoico total.
Dicen unas sevillanas que:
"A la cumbre se sube con gran trabajo
Y desde allí se domina..."
Como digo siempre que puedo, ésto es un camino de perfección, pero eso dicho de forma poética, a veces bajando a la llanura podríamos decir que es un camino de obstáculos, hay piedras en el camino, pero es como si la piedra estuviese ahí por alguna razón, en realidad somos nosotros los que damos vueltas, los que tenemos que evolucionar, rodar, hasta pulirnos, hasta convertirnos en cantos rodados, con ese brillo tan característico que toman las piedras mojadas en el río, de la vida. Hay que doblarse y acomodarse a la situación, aceptando que pasa la corriente, como los juncos en el río, ellos se doblan para que no los quiebre la corriente del agua, se hacen fuertes y flexibles, ellos en sus tallos también tienen un brillo especial.
Hay que aprender de la naturaleza. Ser fuertes, amoldarse, moldearse, acomodarse, CRECER. Quizás el siguiente paso pueda ser incluso más duro que el anterior, pero nos hará más grandes, más mayores por dentro. El SER VA ADQUIRIENDO SOLERA, como los vinos buenos.
La madurez, el crecimiento sitúa al SER por encima de "las cosas" y éstas a su vez lo hacen evolucionar y ser más él, más fuerte, con una energía más poderosa...
Saludos. MCarmen
Dicen unas sevillanas que:
"A la cumbre se sube con gran trabajo
Y desde allí se domina..."
Como digo siempre que puedo, ésto es un camino de perfección, pero eso dicho de forma poética, a veces bajando a la llanura podríamos decir que es un camino de obstáculos, hay piedras en el camino, pero es como si la piedra estuviese ahí por alguna razón, en realidad somos nosotros los que damos vueltas, los que tenemos que evolucionar, rodar, hasta pulirnos, hasta convertirnos en cantos rodados, con ese brillo tan característico que toman las piedras mojadas en el río, de la vida. Hay que doblarse y acomodarse a la situación, aceptando que pasa la corriente, como los juncos en el río, ellos se doblan para que no los quiebre la corriente del agua, se hacen fuertes y flexibles, ellos en sus tallos también tienen un brillo especial.
Hay que aprender de la naturaleza. Ser fuertes, amoldarse, moldearse, acomodarse, CRECER. Quizás el siguiente paso pueda ser incluso más duro que el anterior, pero nos hará más grandes, más mayores por dentro. El SER VA ADQUIRIENDO SOLERA, como los vinos buenos.
La madurez, el crecimiento sitúa al SER por encima de "las cosas" y éstas a su vez lo hacen evolucionar y ser más él, más fuerte, con una energía más poderosa...
Saludos. MCarmen